sábado, 11 de agosto de 2007

MI REFLEXION


Soy alguien que en estos últimos años he acumulado imágenes, sonidos, sucesos que pienso que nadie creería que me han detenido a reevaluar mi proyecto de vida y creo que desarrolle una conciencia que desea trabajar para y por la sociedad colombiana , por un mundo que necesita no solo mi presencia, también de todos ustedes, con pasos agigantados hacia un planeta que no buscamos, ella nos busca, reclamando ayuda.

Me motiva a seguir adelante, el corregir e intervenir los múltiples problemas sociales, al ver la indolencia, la insolidaridad de los profesionales, gente con estudio y con conocimiento de esta verdad que con sus carreras lustrosas se han dedicado a escribir una hoja de vida para ellos mismos con el único fin de conseguir dinero mediante un empleo y se que ellos tienen la solución en sus manos y pudiendo aportar no lo hacen, porque les aseguro que con sus conocimientos pueden dar muchas ideas y demasiado importantes para iniciar una transición a nuestro problemas.

Después de observar tantas historia, tanta pobreza, irrespeto a la sociedad, deshumanización de algunos pocos, muertes, secuestros, violencia intrafamiliar ; me uno a los que luchan contra estas verdades, el camino es largo, por la defensa de los derechos humanos, hoy estoy sentado frente al computador y actualizando este articulo porque lo recordé que inicie con un diplomado de la veeduría distrital , pensando en capacitarme en lo que yo más quiero, mi país, mi capacitación siguió con un semestre en la Universidad de los andes, pero los inmensos problemas del país que no deja continuar la capitación por esos asquerosos inconvenientes donde te prometen patrocinio, prestamos, subsidios y al final ellos solicitan repaldos que una familia estrato socioeconomico nivel 3, jamas tendrá.

Extraviado, pero con inmensos motivos de enrutarme por un camino, descubrí la carrera profesional de Trabajo Social y estos dos últimos años la Universidad Nacional de Colombia me abrió sus puertas y de tanto intentar con ese examen de admisión que tanta frontera pone, por fin me permitio o por fin me permiti entrar a la Universidad más grande del país, a la Universidad pública más reconocida de la nación, en la que mi hermano se graduó de ingeniero electrónico, en la universidad que mantiene un alto status junto a la Universidad de los Andes por su calidad educativa, investigación y aporte al país, y que hoy más que nunca me siento orgulloso por pertenecer a ella.


Estoy acá escribiendo esto como el primer paso de algo grande que haré en lo que me resta de vida, que no pasare de la cuna a la tumba tan fácil, me la complico, estudiando con dudas de que mas haré, con insatisfacción de no ver nada bien, con una inconformidad de este mundo tan incompleto y lleno de necesidades, por supuesto de muchos problemas, por esta razón estoy triste y me inquieta que mi ciudad, mi país y el mundo con todas sus entidades se separen tanto de la comunidad, es decir dos perspectivas: el pueblo y el gobierno, un sin sabor que no comprendo.